¿Planes de futuro con migraña?

El otro día leía en un libro la siguiente frase:

Tenemos la manía de hacer planes de futuro con las cartas que el universo nos ha repartido, sin saber si la próxima que pidas te hará cambiar de jugada

y me hizo reflexionar acerca de mi futuro. Un futuro que, ojo, no tiene por qué ser a cinco años vista. El futuro también es mañana o dentro de una hora. Incluso dentro de un segundo.

Entre las cartas que me ha repartido el universo para jugar el juego de la vida, está la carta de la migraña crónica, y por lo tanto tengo que jugar con ella. Las personas con migraña tenemos que entender que uno de los miles de factores que no podemos controlar cuando planeamos algo es el dolor de cabeza. Y tenemos que adaptarnos a ello.

Puede ser que esta tarde hayas quedado para tomar un café con una amiga, pero tienes que contar con que puede que tengas migraña.

Puede ser que pasado mañana tengas una entrevista de trabajo, pero tienes que contar con que puede que tengas migraña.

Puede ser que la semana que viene tengas un viaje de trabajo, pero tienes que contar con que puede que tengas migraña.

Puede ser que dentro de un mes tengas planeada una escapada a la playa, pero tienes que contar con que puede que tengas migraña.

Puede ser que dentro de un año tengas pensado irte a vivir unos meses al extranjero, pero tienes que contar con que puede que tengas migraña.

Por cómo funciona la sociedad actual, estamos obligadas a decidir constantemente sobre nuestro futuro, independientemente de si son cosas sencillas o decisiones importantes: cuándo vas a empezar a trabajar, cuándo vas a comprarte una casa, dónde vas a querer vivir, vas o no vas a tener hijos, vas a venir el finde a la casa rural, vas a poder ir el viernes a jugar al tenis, etc.

Con este post quiero que reflexiones sobre dos aspectos: por un lado, la posibilidad de que la migraña te fastidie un plan de futuro y, por otro lado, cómo gestionas este contratiempo. Y la respuesta es tan sencilla como compleja: con planificación y flexibilidad; aceptando que en tu mazo de cartas está la carta de la migraña y no podemos tirarla y robar otra.

Finalmente, no quiero que te lleves un mal sabor de boca. Tienes que tener proyectos de futuro que te ilusionen, porque son esos proyectos los que enriquecen la experiencia de la vida, pero sin perder de vista quién eres y de dónde vienes para saber hasta dónde puedes llegar.