Elena Vigario

¿Qué he aprendido de la migraña?

Este post está inspirado en una frase que leí en un libro hace no mucho y que decía así: supongo que mi vida nunca fue fácil, pero muchas veces pienso que si te cuesta más conseguir algo, después lo valoras el doble, y además estás más preparado para afrontar retos difíciles, por la costumbre de tener que esforzarte.

La migraña puede quitarnos muchas cosas. De hecho, lo hace, pues una de las frases que más hemos repetido y vamos a repetir a lo largo de nuestra vida es: “hoy no puedo, estoy con una crisis de migraña”. Sin embargo, no todo iba a ser negativo, y si te paras a pensar la migraña también te da muchas cosas buenas. Bueno, no sé si muchas, pero algunas seguro.

En primer lugar, como dice la frase que os citaba más arriba, te pone en una posición de agradecimiento y te hace valorar el doble todo lo que tienes cuando estás bien, porque al final tienes que luchar tanto que no te puedes creer que sea posible llevar una vida normal teniendo migraña.

Además, esta lucha constante para acceder a los tratamientos adecuados, el peregrinaje por decenas de neurólogos y la frustración de querer vivir tu vida y no poder, hace que estemos más preparadas para afrontar casi todo lo que se nos ponga por delante. La migrañosa está tan acostumbrada a pelear que cualquier cosa que no sea una crisis le parece pan comido.

La migrañosa está tan acostumbrada a pelear que cualquier cosa que no sea una crisis le parece pan comido

La migraña también te da amigos de verdad y te enseña a distinguir entre colegas con los que irte de cervezas y amistades que se parten la cara por ti; que respetan tus tiempos y no te juzgan si cancelas un plan en el último minuto.

Es además una enfermedad que te llena de paciencia, bien por los tiempos de espera del Sistema Público de Salud, bien por la resistencia mental que supone surfear crisis de migraña de varios días que no hay medicamento que las ahuyente.

No quiero que os llevéis el mensaje tan erróneo como tóxico de que la migraña te hace más fuerte, porque no es así, la migraña te jode la vida, pero quiero que este post sea un rayito de esperanza por si estás en un día de bajón. Mi niña, que no todo es malo. Como dice Xoel López: “del lodo crecen las flores más altas”.